El ACOE, un examen muy real

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  • El alumnado de Medicina de la UVic-UCC se somete a una Evaluación Clínica Objetiva Estructurada (ECOE) tres veces durante el grado: en tercero, cuarto y sexto curso
  • Este junio unos 130 alumnos del grado harán la segunda edición en formato virtual de esta evaluación que se puede concebir como una gincana médica con nota al final

«María es una paciente de 58 años, sin ningún antecedente de interés. Hace cuatro semanas que se siente muy cansada, nota molestias en el pecho y en ocasiones tiene sensación de ahogo.» Así podría empezar una de las pruebas de la Evaluación Clínica Objetiva Estructurada (ECOE), el método de evaluación que el curso pasado la Facultad de Medicina de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC) hizo por primera vez a los estudiantes de tercer curso.

Aunque la mayoría de universidades con estudios de Medicina realizan la ECOE sólo en sexto, en la UVic-UCC se ha optado por hacerla en tres momentos a lo largo del grado: en tercero, cuarto y sexto, descartando quinto que es el curso de la internacionalización, cuando más alumnos realizan estancias en otros centros externos y más alumnos de otros países tienen que pasar por la Facultad. Según el decano de la Facultad, Ramon Pujol, esta decisión responde a «la voluntad de habituar a los alumnos a este tipo de evaluación y a la apuesta hecha por todo lo que representa la ECOE»: una Evaluación que observa, valora y mujer notas; Clínica porque se basa en supuestos de base clínica; Objetiva porque los contenidos están elegidos y permite obtener resultados concretos; y, finalmente, Estructurada porque el comportamiento de los pacientes que se exponen está muy estandarizado.

Una gincana médica

Pero qué es realmente la ECOE? Nos la podemos imaginar como una gincana: Una carrera en la que el estudiante debe ir superando diversas pruebas. «A lo largo del recorrido el estudiante se encuentra diferentes retos en los que debe demostrar su habilidad para atender pacientes y una cierta destreza práctica», expone Carles Blay, vicedecano de Docencia de la Facultad de Medicina de la UVic-UCC. Como si se tratara de un videojuego, a medida que se van pasando las pruebas se van acumulando puntos «que reflejan la cualidades del estudiante o hasta qué punto ha logrado lo que se esperaba» y que determinan la nota final.

Con todo, la ECOE es un sistema de evaluación muy contrastado, reproducible, seguro y fiable. «Detrás de esta apariencia de juego o de pruebas que pueden parecer incluso divertidas, hay un método muy riguroso y validado», remarca el vicedecano. «Si has aprendido a ser médico la superas, ya que para pasar las pruebas de la ECOE se necesitan conocimientos, pero también saber aplicarlos en las situaciones que se plantean, muy parecidas a la realidad». Sobre todo se valoran las aptitudes en anamnesis, exploración física, comunicación interpersonal y juicio clínico diagnóstico, «todas ellas competencias de carácter transversal, muy relevantes para efectuar una práctica clínica de calidad».

Una ECOE en línea

Aunque habitualmente las ECOE se hacen en formato presencial, el contexto de pandemia de los dos últimos cursos ha impulsado la Facultad de Medicina a implementar esta prueba provisionalmente en una versión en línea. El año pasado los alumnos de tercero, un total de 63 estudiantes de la primera promoción del grado en Medicina, ya la hizo telemáticamente, y este junio lo harán los estudiantes de tercero y de cuarto, en total unas 130 personas.

En esta versión en línea de la ECOE cada estudiante debe visitar seis pacientes, cada uno con un cuadro clínico diferente, interpretados por actores que se han aprendido el papel y actúan según unas pautas dadas por el profesorado evaluador. Para cada uno de estos pacientes, hay que superar tres pruebas o estaciones. Situado frente al ordenador, y con la evaluación ya en marcha, el estudiante se enfrenta a la primera prueba, una visita telemática al primer paciente del día, con quien sólo puede hablar.

A continuación pasa a la segunda estación, en la que tiene que contestar preguntas sobre el paciente que acaba de visitar y, más en concreto, sobre la exploración física que le haría; finalmente en la tercera estación, el profesorado pide al alumno cuál es su impresión diagnóstica, es decir, «tienen que decir qué tiene el paciente y como proponen tratarlo en base a la visita, a las preguntas del exploración y las pruebas diagnósticas facilitadas, como análisis o radiografías », explica Blay. Terminada esta primera ronda, comienza la segunda visita, y así sucesivamente hasta acabar con los seis pacientes del día y, por tanto, con un total de 18 estaciones que se alargan entre cuatro y cinco horas y que, como en una consulta real, cada alumno supera con más o menos nervios.

Carles Blay

Los casos clínicos que se plantean a los estudiantes, dice Blay, «tienen una alta prevalencia y son de una importancia capital en la formación de los futuros médicos». Según el vicedecano, «suelen ser pacientes que consultan por problemas clínicos genéricos como fiebre, dolor, cansancio, etc., a partir de los cuales el estudiante debe ir obteniendo los datos relevantes y pertinentes y aplicar el juicio clínico para llegar al diagnóstico».

Mejor con pacientes simulados

Si de lo que se trata es de aproximarse al máximo a la realidad médica, seguramente mucha gente puede preguntarse por qué los estudiantes no se examinan con pacientes reales en vez de hacerlo con actores. Según Blay, «los pacientes que actúan para simular que tienen una enfermedad lo hacen siguiendo un guión muy bien planificado y presentan un comportamiento estandarizado, lo que es una gran ventaja ya que, ante cada estudiante, ofrecen una respuesta homogénea y siempre igual». De este modo, por ejemplo, si al primer paciente simulado se le pregunta si tiene fiebre, dará una respuesta idéntica a todos y cada uno de los estudiantes, «como en una película que se va reproduciendo una y otra vez», la lo que también permite puntuar los alumnos de manera más objetiva. En cambio, añade Blay, «un paciente real podría no dar exactamente la misma información a todos los estudiantes que tiene delante o ver influida su respuesta por el estado de ánimo del momento». Otra razón de peso para trabajar con pacientes simulados es la seguridad, es decir, la garantía de no exponer innecesariamente ni a unos ni a otros a situaciones de riesgo.

Presencial o virtual?

Tanto el modelo de ECOE presencial como el virtual presentan ventajas: «Las presenciales tienen más años de experiencia y como se hacen en entornos sanitarios –hospitales o centros de salud– resultan más cercanas a todas las personas que venimos del entorno clínico. Las virtuales, en cambio, favorecen a los avances tecnológicos, facilitan el proceso y se adelantan al futuro». En este punto Blay añade que, en la medida en que la práctica de la telemedicina cada vez será más habitual, «hacer ECOE de base virtual ayuda a capacitar a los estudiantes en este nuevo modelo de interacción».

La ECOE virtual del curso pasado se cerró con una valoración muy buena tanto por parte de los profesionales implicados como de los estudiantes. Para el alumnado, dice Blay, «significa ser evaluado en un entorno más cercano a lo que han aprendido durante la práctica clínica y con el que se encontrarán en la realidad cuando sean médicos». La colaboración de la Cátedra de Simulación y Seguridad del paciente de la UVic-UCC y del Centro de Innovación en Simulación (CISARC) de Manresa es clave para el desarrollo exitoso de estas pruebas.

Ismael Gómez
Ismael Gómez
«La ECOE es una manera original y efectiva de evaluar una práctica compleja como la anamnesis y la exploración física»

Ismael Gómez, estudiante de 4º de Medicina en la UVic-UCC

Como viviste tu primera ECOE el curso pasado?

Entre los seis casos que tuvimos que ver y las preguntas que tuvimos que contestar de cada uno de ellos, la ECOE duró entre cuatro y cinco horas. Con el estado de alarma todas las clases pasaron a ser online y como la ECOE se hizo el 4 de junio y era la última prueba del curso la pude hacer con mi ordenador y desde casa. La verdad es que estaba un poco nervioso porque era la primera vez que hacía un examen de este tipo y, aún más, de manera telemática, lo que eliminaba la parte de la exploración física. Pero como fue tan largo, al final me pasaron los nervios y lo terminé haciendo como si me encontrara en un contexto habitual de prácticas.

¿Qué opinas de este sistema de evaluación?

Creo que la ECOE es una forma original (al menos yo no la conocía) y bastante efectiva de evaluar una práctica tan compleja como una anamnesis y una exploración física. Normalmente es un proceso muy subjetivo, y el hecho de tener unos criterios establecidos como ocurre en la ECOE y unas mismas situaciones preparadas para que contesten igual todos los estudiantes permite objetivar el examen.

¿Qué casos prácticos tuviste que resolver en la ECOE?

El año pasado hubo que resolver seis casos muy diferentes entre ellos: un caso de febrícula y astenia, que terminó siendo un síndrome paraneoplásico; un dolor torácico que finalmente resultó ser un Infarto Agudo de Miocardio; un paciente con un nódulo supraclavicular (en este caso, sin exploraciones complementarias era difícil conocer el diagnóstico porque estos nódulos se pueden producir por múltiples causas, desde un linfoma hasta una infección respiratoria, y al ser supraclavicular se suele relacionar más bien con causas más malignas); un cuarto caso de distensión abdominal en el que la paciente comentaba que presentaba diarreas, y por eso, pudimos saber que se trataba de una gastroenteritis; cansancio en paciente cirrótico (los pacientes cirróticos es normal que se encuentren más cansados debido a la ascitis y también pueden acabar desarrollando una anemia); y finalmente un caso de disuria, es decir, el «típico» escozor que aparece durante las infecciones de orina, aunque en este caso había evolucionado hasta llegar a una pielonefritis.

Y como fueron los resultados de la prueba?

La nota tardó un par de semanas en salir, y la verdad es que me esperaba mejor nota de la que saqué. Pero después, hablando con los compañeros, vimos que las notas fueron todas más bajas de lo que esperábamos y llegamos a la conclusión de que estas notas «bajas» se dieron porque los criterios de evaluación serán los mismos para cada curso, de tercero a sexto, y por eso son exigentes. Es decir, creo que con los años iremos mejorando y esto quedará reflejado en las notas.

¿Qué ventajas e inconvenientes crees que tiene la modalidad online?

Creo que es mejor si el examen se hace presencial, pero con la pandemia era imposible y desde la facultad lograron adaptar la ECOE de una forma muy eficaz y muy rápida a la situación. Para mí el mayor inconveniente fue que no pudiéramos hacer la exploración física, que es una parte muy importante de una visita médica. Pero también había ventajas, como por ejemplo el hecho de hacerlo en mi habitación y no en una habitación preparada como una consulta. Estar en un ambiente conocido me dio un poco de seguridad. Lo que más me sorprendió fue la capacidad y la velocidad con que adaptaron telemáticamente y la buena organización con la que funcionó, ya que cada uno comenzaba a una hora en concreto e iba rotando por los diferentes casos, teníamos un tiempo adecuado para resolverlos, y todo fluyó muy bien.

Con la experiencia del curso pasado, piensas prepararte la ECOE de este año de alguna manera concreta?

El año pasado básicamente la preparé leyéndome un par de veces las clases de anamnesis y exploración física que hicimos durante la asignatura de Exploración Física 1. Pero realmente lo que más me sirvió es lo que había aprendido durante las prácticas. Por eso creo que no lo prepararé de otro modo, porque no sé ni si habría una mejor manera. Aunque te prepares las preguntas, con los pacientes delante no sabes cómo evolucionará la conversación ni qué situación te encontrarás. Para mí, lo más importante para hacer este examen es tener un esquema mental de lo esencial de cada especialidad y tener claro lo que tengo que preguntar, casi siempre para poder luego guiar el diagnóstico y las pruebas que debería pedir (si es necesario) para confirmar mi sospecha.

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