«Me he dado cuenta que me encanta la gestión, la relación con las personas, resolver problemas, construir proyectos y la comunicación empresarial»

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Dani Mauriz Vidal (Barcelona, 1973) formó parte de la primera promoción de la diplomatura en Ciencias Empresariales de la Fundació Universitària del Bages – UManresa (1977). Es máster en Business Administration por la UVic-UCC y desde el año 2020, graduado en Administración y Dirección de Empresas en la Facultad de Ciencias Sociales de Manresa.

Dirige la Escola Montserrat, un centro de Sant Vicenç de Castellet que imparte ciclos formativos de grado medio y superior de los ámbitos de la empresa, la educación y la atención a las personas. Aunque quería ser periodista, la empresa familiar lo acabó cautivando y ha sido el responsable de hacer crecer una escuela que, cuando se puso al frente de ella en el año 2000, tenía 6 trabajadores y 27 alumnos y que ahora da trabajo a 36 personas y forma a casi 300 estudiantes cada año.

¿Por qué decides estudiar Empresariales?

Yo, en realidad, quería ser periodista, pero no pude acceder a los estudios porqué me faltaba nota. Fue una frustración enorme para mí. En mi casa decidimos que estudiaría Ciencias Empresariales porqué era una titulación muy transversal y que ofrecía varias opciones laborales. Entré en los estudios sin vocación, pero me he dado cuenta que me encantan la gestión, la relación con las personas, resolver problemas, construir proyectos y la comunicación empresarial. La parte financiera y de cuentas no me atrae en absoluto –de hecho, en la escuela, es un área que tengo delegada–, pero me apasiona todo lo que tiene que ver con la comunicación, el márquetin y la estrategia empresarial.

«Entré en los estudios sin vocación, pero me he dado cuenta que me encantan la gestión, la relación con las personas, resolver problemas, construir proyectos y la comunicación empresarial»

¿Y por qué en Manresa?

Cuando estudié Empresariales, básicamente por proximidad, y cuando opté por homologar el título, porqué conocía al profesorado y valoré el trato cercano y familiar que ofrecía la institución. Esto me dio un plus de confianza y de seguridad. Para mí, la parte humana es imprescindible. Lo he intentado y no sirvo para estudiar a distancia. El hecho de saber con quién hablas cuando envías un correo electrónico y que te respondan rápidamente, para mí tiene mucho valor.

«Creo que cuanta más simulación se haga en la universidad, mejor, porqué el aprendizaje es más eficiente y enriquecedor»

¿Qué elementos diferenciales encontraste en tu formación empresarial en UManresa?

Sin lugar a duda, el uso de la simulación como metodología docente y de aprendizaje. Las incursiones que hicimos en el grado en ADE fueron una muy buena manera de acercarnos a la realidad del día a día empresarial. Creo que cuanta más simulación se haga en la universidad, mejor, porqué el aprendizaje es más eficiente y enriquecedor. Otro elemento diferencial fue el contacto directo con experiencias reales de empresarios y visitar proyectos empresariales del territorio y conocerlos desde un punto de vista práctico.

¿Con esta formación empresarial, cómo es que al final terminas en el mundo de la educación?

Estudié sin ninguna intención de dedicarme a la empresa familiar, la Escola Montserrat, que habían fundado mis abuelos. Yo no quería saber nada de la escuela, pero cuando terminé los estudios de Empresariales, mientras buscaba trabajo, empecé a colaborar como administrativo en el centro y también a impartir alguna clase. En el año 2000 mi padre enfermó y falleció. La escuela, que en aquel momento impartía infantil, primaria y secundaria, iba muy mal. Me propusieron que ocupase el lugar de mi padre provisionalmente, durante un año, hasta acabar el curso, con la perspectiva de cerrar la escuela en aquel plazo de tiempo. ¡Y de aquello han pasado 22 años!

Los primeros años éramos un equipo muy reducido formado por seis personas que intentábamos mantener el proyecto, pero sin pensar más allá del día a día. Un día me di cuenta que era necesario cambiar de perspectiva, fui a un congreso de márquetin educativo y entré en contacto con un nuevo mundo vinculado con la innovación y el cambio en el sector. Descubrí que era necesario salir de las cuatro paredes del edificio de la escuela y, con el jefe de estudios, empezamos a trabajar y a difundir la escuela en las redes sociales, primero en Facebook y Twitter, y después en el resto de redes. Como dice el anuncio, “si no te conocen, no existes” y, por lo tanto, era imprescindible darse a conocer al mismo tiempo que trabajábamos la estrategia de comercialización, que para mí es muy importante. Una buena atención comercial puede marcar la diferencia para que una persona de Gelida decida venir a estudiar a tu escuela, en Sant Vicenç de Castellet.

«Tengo muy claro que es imprescindible que todo el mundo actualice sus conocimientos constantemente. El MBA de la UVic-UCC lo podía hacer muy cerca de casa y con unos docentes espectaculares, tanto en conocimientos como en experiencia (…). Yo lo volvería a hacer porqué para mí ha representado una dosis de conocimientos que de otra forma no habría podido adquirir»

No tuviste suficiente con la diplomatura y la graduación y cursaste el MBA de la UVic-UCC...

Sí, tengo muy claro que es imprescindible para todo el mundo actualizar los conocimientos constantemente. El MBA de la UVic-UCC lo podía hacer muy cerca de casa y con unos docentes espectaculares, tanto en conocimientos como en experiencia. Éramos un grupo de quince alumnos que construimos mucha red entre nosotros. De hecho, todavía mantenemos el contacto y, con algunos, incluso hemos colaborado en proyectos compartidos. Yo recomendaría a todo el mundo que se forme y actualice, sobre todo en el ámbito empresarial. Yo lo volvería a hacer, porqué para mí ha representado una dosis de conocimientos que de otra manera no habría podido adquirir. A mis alumnos siempre les digo que la formación no tiene que acabarse en la escuela y que es importante tener una buena red, abrirse al mundo y no quedarse con los cuatro amigos de siempre.

«Algunas de las medidas incluidas en el nuevo proyecto de dirección de la Escola Montserrat son resultado de los aprendizajes adquiridos en las clases de ADE y del MBA, como un proyecto de dirección por objetivos»

¿Los estudios te han servido en tu día a día laboral?

Los aprendizajes que he hecho en la universidad me han sido muy útiles en la planificación estratégica de la empresa. En el nuevo proyecto de dirección que he elaborado, algunas de las medidas incluidas son resultado de los aprendizajes adquiridos en las clases de ADE y del MBA, como un proyecto de dirección por objetivos que incorpora una remuneración extraordinaria para aquellos profesionales que cumplan objetivos estratégicos comunes y específicos. Ahora es una prueba piloto y creo que es una iniciativa muy innovadora y muy poco habitual en el ámbito educativo.

¿Desde tu punto de vista, cuál es el principal reto de la formación?

Tenemos que conseguir que la formación que impartimos al alumnado se acerque al máximo a lo que se encontrará en la realidad de las empresas. Es imprescindible que en las aulas formemos a personas activas, que aprendan haciendo. No se trata de qué enseña el profesor, sino de qué aprende el alumno. Que el alumnado incorpore conocimientos y habilidades que necesitará en un entorno real de trabajo es lo que aporta motivación y este es un cambio imprescindible en todo el sistema educativo. El aprendizaje de memoria capacita para según qué cosas, pero son necesarias otras habilidades clave que debemos trabajar en los centros que nos dedicamos a la formación.

¿Has terminado descubriendo tu auténtica vocación?

Sí, con el tiempo me he enamorado de mi trabajo. Me encanta planificar qué queremos que sea la escuela en los próximos años y cambiar lo que sea necesario para seguir avanzando. Aun así, no he abandonado del todo la vocación periodística y, combinando ambas pasiones, he escrito un libro en el que hablo de márquetin educativo. En él condenso mi experiencia como responsable de la escuela. Lo escribí en poco más de cinco tardes y creo que podría ser útil. Ahora le convendría una revisión, porqué lo escribí muy deprisa y es anterior a la pandemia, pero siempre hay urgencias que pasan por delante y está ahí, al lado del ordenador, en un manuscrito y pendiente de publicar. Además, mi experiencia en márquetin educativo ha sido reconocida en dos ocasiones con un Premio Estatal a la Mejor Estrategia en Redes Sociales y el Premio al Profesional de Referencia en Márquetin Educativo que concede Marketing and Schools.

¿Cómo ha sido dirigir un centro de FP en tiempos de pandemia?

Ha sido duro y difícil, porqué la situación ha sido completamente desconocida e incierta. La gestión de una escuela desde casa, sin ver a nadie e intentando que funcionase con normalidad fue muy complicada, tanto laboralmente como emocionalmente. Por suerte hubo una gran dedicación del profesorado y una muy buena respuesta por parte del alumnado. Digitalmente no estábamos preparados, pero tres días después de empezar el confinamiento total ya estábamos funcionando en línea al 100 %. Supuso un gran esfuerzo, porqué tuvimos que aprenderlo todo deprisa y corriendo.

La pandemia ha tenido dos caras. Nos ha ayudado a ver que disponemos de las herramientas para hacer clases de otra manera, que no siempre es necesaria una presencialidad del 100 %. Hemos descubierto algunas ventajas, como las reuniones en línea entre miembros del equipo docente, que evitan movilidad y, de paso, ofrecen beneficios para el medio ambiente. Pero por otro lado, pasar a la virtualidad total nos hizo dar cuenta también, tanto al profesorado como al alumnado, que la formación no se puede desvincular de la socialización y que ésta, detrás de la pantalla de un ordenador es inexistente. La presencialidad es muy rica y aporta mucho.

¿Sigues manteniendo algún tipo de relación con la universidad?

Sí, en la universidad me siento como en casa. Allí conozco muchas personas y las visito con frecuencia. De hecho, tenemos cosas en común: todos nos dedicamos a la formación de personas. Además, la Escola Montserrat tiene un acuerdo de formación dual con la universidad y una parte de nuestros alumnos hacen estancias formativas en la institución. También me gusta planificar proyectos de colaboración, como los que tenemos con otras entidades formativas, como la FEDAC.

¿Cómo te ves en el futuro?

Quiero continuar aprendiendo y formándome en todos aquellos campos que me sean de utilidad para tomar decisiones con más coherencia. Mi objetivo es consolidar la escuela y hacerlo en colaboración con otras entidades e instituciones. El mundo avanza hacia la colaboración. No puedes ir solo siempre.

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