El arte en la terapia ocupacional: una herramienta indispensable para el fomento de la salud

Comparte:

  • Hace más de un siglo que se utiliza el arte para mejorar la calidad de vida de las personas, porque permite expresar emociones y sentimientos que no pueden aflorar en las terapias convencionales
  • La terapia ocupacional utiliza el arte como herramienta terapéutica, hace accesibles las actividades artísticas a cada persona y trabaja en equipo con otros profesionales de la salud para ofrecer un entorno integral de la terapia
  • La asignatura Artistic Activivity as Therapy ayuda a aprender a acompañar los procesos individuales de una forma genuina y holística
  • Desde el grupo de investigación ISaMBeS y de la Cátedra de Salud Mental llevan años aportando evidencia científica sobre las virtudes del arteterapia e impulsando el programa Vic, Cultura y Bienestar, pionero en Cataluña

Arte y salud son dos conceptos que van de la mano cuando se trata de mejorar la calidad de vida de las personas. El arte, entendido como medio para la reflexión y la expresión, hace ya más de un siglo que se utiliza como herramienta en la curación. Y es que la terapia artística ayuda a las personas a superar traumas y otros problemas emocionales, porque permite expresar las emociones, ideas y sentimientos difíciles de aflorar en una terapia verbal convencional.

En este contexto, «lo que hace la terapia ocupacional es convertir en accesibles las actividades artísticas para que se adapten a las necesidades individuales de cada paciente y trabajar en equipo con otros profesionales de la salud para ofrecer un enfoque integral de la terapia», afirma la coordinadora del grado en Terapia Ocupacional de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), Judit Rusiñol.

«La terapia ocupacional convierte en accesibles las actividades artísticas para que se adapten a las necesidades individuales de cada paciente»

Así pues, la terapia ocupacional usa el arte como herramienta para ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades motoras, perceptivas y cognitivas, así como para mejorar su coordinación, fuerza y precisión en la vida cotidiana. Este hecho se muestra especialmente relevante en aquellas personas que han sufrido una lesión o tienen una discapacidad, física o mental, que afecta a su capacidad para llevar a cabo las actividades del día a día. También es un medio muy eficaz para mejorar el estado de ánimo, ya que cualquier proceso creativo puede aumentar los niveles de dopamina y serotonina en el cerebro, que son los neurotransmisores relacionados con la sensación de bienestar y felicidad, y por tanto ayuda a reducir los síntomas de depresión y ansiedad. Por último, además de ayudar a mantener y mejorar habilidades cognitivas, como la planificación, la resolución de problemas y la toma de decisiones, puede ser una forma muy efectiva para avanzar en la interacción social, gracias al simple hecho de poder expresarse y disfrutar de un mejor estado de ánimo.

Enseñar arteterapia

El profesor Marco Antonio Raya, del grado en Terapia Ocupacional, arteterapeuta y terapeuta ocupacional en el Instituto Guttman, imparte la asignatura Artistic Activity as Therapy en cuarto curso del grado en la Facultad de Ciencias de la Salud y el Bienestar de la UVic-UCC, una asignatura optativa que pretende explorar el uso terapéutico y social de otros lenguajes de expresión y comunicación, como el dibujo, la fotografía o el collage. «Lo que es clave en esta asignatura es saber acompañar un proceso individual, genuino y holístico, y no llevar a cabo interpretaciones cerradas ni propuestas recetadas», afirma. Según él, es importante que desde la Terapia Ocupacional se puedan facilitar a las personas procesos de acceso o reencuentro con las herramientas artísticas: «Imagínate qué se siente cuando descubres que tenías tanto que decir y de tantas maneras, o que lo que nunca pudiste elaborar puede estar plasmado en una fotografía, un poema o un dibujo, y que además toma forma en una creación propia. ¡Es muy emocionante!», asegura Raya, convencido de que «hay que tener confianza en el recurso, la formación y la experiencia, para poder ayudar a las personas a ver el potencial de su propia producción y expresión a través de la diversidad de lenguajes dentro de la práctica artística». Y concluye que, como en toda mediación profesional, «el posible beneficio de la terapia depende de la calidad del profesional como facilitador de la posibilidad de un entorno seguro y de confianza, y del rol de la persona dentro de su propio proceso».

«Hay que tener confianza en el recurso, formación y experiencia, para poder ayudar a las personas a ver el potencial de su propia expresión»

Joana Juliana Puig

Joana Juliana Puig: «Me ayuda a ponerme en la situación del otro y ser más sensible ante los miedos y las necesidades de las personas con las que tendré que trabajar»

Estudiante de 4.º curso de grado en Terapia Ocupacional

«La asignatura me ha servido como herramienta de introspección y me ha ayudado a ponerme al otro lado para entender cómo se reciben las terapias y ser más sensible ante las necesidades, los miedos y las dudas de las personas con las que tendré que trabajar.
Lo que me ha parecido más interesante ha sido el hecho de entender que el arteterapia no debe estar necesariamente vinculada a gente que sepa y disfrute de dibujar; existen muchas otras técnicas en las que no es necesario disponer de esta habilidad y que pueden permitir que diferentes perfiles de personas puedan participar en actividades terapéuticas a través del arte. Poder entender y relacionar cada técnica con un perfil, persona o momento concreto me ha parecido «mágico». Así pues, por ejemplo, en un primer momento, con alguien que no sabes si se siente cómodo dibujando, quizás sería más interesante decantarse por una actividad a través de la fotografía o del collage

Irene Serrano: «Una asignatura que me da herramientas en el ámbito profesional y también personal»

Estudiante de 4.º curso de grado en Terapia Ocupacional

«La asignatura Artistic Activity as Therapy me da herramientas para poder trabajar con nuestros usuarios y también me ayuda a llevar a cabo una observación sobre mí misma en el ámbito personal, de una manera más intensa. Con el arte se pueden ver las capacidades de las personas; el arte permite reflejar aquellas emociones que con frecuencia se pierden con otros métodos más convencionales. A los terapeutas ocupacionales nos resulta indispensable aprender a abordar los pensamientos o vivencias de las personas que tratamos; por eso me veo utilizando esta terapia en mi futuro profesional.»

Vic, Cultura y Bienestar, un ejemplo de arteterapia pionero en Cataluña

El impacto del arte y la cultura para la salud y la participación social es una de las líneas de investigación del grupo de investigación en Innovación en Salud Mental y Bienestar Social (ISaMBeS) y de la Cátedra de Salud Mental UVic- UCC, de los que el investigador Salvador Simó es cocoordinador y director adjunto, respectivamente. Este grupo impulsa el proyecto Vic, Cultura y Bienestar, que pretende favorecer la salud a través del arte y la cultura de las personas con demencia y problemas de salud mental y, a partir de este año, también de personas con diversidad intelectual, con riesgo de exclusión social y refugiadas.

El proyecto, promovido por la UVic-UCC y el Ayuntamiento de Vic a través de las concejalías de Cultura y Bienestar Social, cada año propone un programa de actividades culturales repartidas en dos semestres en el que se implican todos los equipamientos culturales de la ciudad, como son el Cineclub, el Centro de Artes Contemporáneas, el Espacio de Teatro y Cine, el Museo de Arte Medieval, el Museo del Arte de la Piel, VicPuntZero, L'Atlàntida, la EMVIC e, incluso, la Orquesta Inclusiva de la UVic. Esta implicación de todas las estructuras culturales de la ciudad convierte el proyecto en un referente innovador y pionero en Cataluña y un modelo a exportar a otras ciudades.

La implicación de todas las estructuras culturales de la ciudad convierte el proyecto en un referente innovador y pionero en Cataluña

La implicación de todas las estructuras culturales de la ciudad convierte el proyecto en un referente innovador y pionero en CataluñaEl año pasado el programa atendió a 360 personas en 19 actividades programadas y en la edición de este año se espera que participen más de 800 en 40 actividades. Este salto cualitativo y cuantitativo viene acompañado de la entrada de fondos de la Generalitat de Cataluña y de la Diputación de Barcelona.

En 2021 el grupo de investigación presentó los resultados del proyecto Vic. Cultura y Alzheimer —que era como se llamaba este proyecto al inicio, cuando sólo iba dirigido a pacientes de esta enfermedad— aportaba evidencia científica sobre el hecho de que las enfermedades neurodegenerativas tardan más tiempo en afectar a la creatividad, expresión y apreciación artística que a la memoria reciente. El estudio demostraba cómo el arte mejora la calidad de vida de las personas que sufren problemas neurológicos y también, de rebote, aportaba beneficios cualitativos a las personas cuidadoras, tanto familias como profesionales, poniendo en evidencia que la terapia ocupacional basada en el arte y la cultura fomenta la salud psicológica y emocional, mejora la autoconfianza, la autopercepción y la socialización.

La primera prueba piloto del proyecto Vic. Cultura y Alzheimer se llevó a cabo en 2018 y daba continuidad al proyecto CCCB programa Alzheimer, iniciado en este centro cultural en 2010 y del que la Cátedra de Salud Mental de la UVic-UCC ya realizó una evaluación, en la que se demostraba el impacto positivo en el bienestar y en la participación social. Los mismos beneficios quedaron también demostrados en el proyecto de investigación liderado por el mismo equipo en el Auditori de Barcelona con la Orquesta Nacional de Cataluña, en 2019, y en las experiencias que se han replicado en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid , en la Fundación Serralves de Oporto (Portugal) o en la Winnipeg Art Gallery de Manitoba (Canadá), entre otros. Tal y como afirma Salvador Simó, «el arte y la cultura son un derecho humano básico y es nuestra responsabilidad garantizar su acceso a los colectivos más vulnerables, desde la cocreación de comunidades inclusivas». También reivindica la necesidad de «potenciar la tendencia actual hacia una cultura y unos museos más inclusivos».

Comparte: