- El grupo, que este año mueve más de un centenar de personas, nació en 2002, pero pasó por un periodo de inactividad hasta que en 2010 se refundó
- Estudiantes, pero también miembros del PDI y del PAS forman Emboirats, que se define como un «pequeño gran grupo»
La niebla de la Plana de Vic y la universidad a la que pertenecen les dio, hace diez años, el nombre que tienen hoy: Emboirats de la UVic. Hablamos del colectivo universitario que más personas moviliza en la UVic-UCC, superando las 120 personas en las fiestas en casa. Nacieron en 2002, pero la poca afluencia de estudiantes llevó el grupo a la desaparición hasta que, en 2010, se refundó. Desde entonces han pasado 10 años: unas 800 personas, 6 equipos de juntas directivas, 7 de juntas técnicas, unas 80 jornadas, y un centenar de ensayos anuales son algunas de las cifras que han marcado esta década.
El grupo, diez años después, sigue manteniendo su esencia, ser un "pequeño gran grupo". Este concepto, que ha pasado de generación en generación, entronca con el hecho de ser un grupo de una universidad pequeña y con unos inicios con poca gente. Curso tras curso, tanto la Universidad como el número de emboirats y emboirades ha crecido, pero siempre ha mantenido la misma esencia de familia. El único requisito para formar parte del grupo son las ganas de colaborar para hacer crecer el proyecto, además, claro, de formar parte de la comunidad universitaria de la UVic o cursar estudios superiores en la comarca de Osona.
Diez años después Emboirats sigue manteniendo la esencia de convertirse en un «pequeño gran grupo», un concepto que ha pasado de generación en generación
Los jefes de grupo de este curso, David Cortina y Elena Sánchez, se incorporaron al grupo hace cinco y siete años respectivamente. «Cuando entré, yo venía de Sants, y le pedí al presidente que cuándo haríamos castillos de 7. No me supo responder», afirma Sánchez. Ahora, con el 3 y el 4 de 7 descargados varias veces, «los objetivos han cambiado, pero las sensaciones son cada vez más intensas».
Por su parte, Cortina sufre por el momento de dejar el grupo: "ser casteller universitario tiene fecha de caducidad y muchas veces te planteas seguir estudiando para poder seguir viniendo". Las direcciones de las dos juntas, la directiva y la técnica, son complejas, explican: «mueves a mucha gente y tienes mucha responsabilidad, pero cuando ves el corro de antes de la diada es fantástico».
Un grupo sin estereotipos
Emboirats está integrado por mucha gente y toda muy diferente. «No es necesario que cumplas un patrón, siempre encontramos un lugar a todos, a toda costa, y tenemos muy claro que tanto chicos como chicas juegan el mismo papel, en términos de igualdad y sin diferencias de género de ningún tipo». Lo afirma Helena Teixidor, que desde septiembre es la presidenta del grupo. «Representar a un colectivo tan amplio hace que, además de aprender a gestionar el grupo, aprendas a gestionar tus propios sentimientos», reconoce.
«No hay que cumplir un patrón concreto para ser del grupo, aquí siempre encontramos un lugar para todos»
Para organizar a todos sus miembros, Emboirats se distribuye en varios segmentos, y no olvida a aquellas personas que formaron parte del colectivo en el pasado. De esta manera, los Emboirats activos son todos aquellos que asisten a ensayos, festividades y a las actividades que organiza el grupo; los Veteranos son aquellos que llevan más de cuatro años todavía en el grupo, y los DesUVicats son aquellas personas que, siendo o no veteranas, ya no están activas en el grupo. Por último, los Sabios son los miembros que en 2010 refundaron el grupo.
A lo largo de esta década de historia, el grupo ha vivido muchos momentos memorables, pero hay dos que todo el mundo apunta como los más significativos: descargar el 4d7 durante la fiesta de primavera de 2017 en Miramarges, donde hace dos años se inauguró una placa en conmemoración de este hecho; y el momento "corro" que se hace siempre antes de comenzar una «diada», en la que los jefes de grupo explican cómo funcionará y, tanto al inicio como al terminar, todo el mundo grita el nombre del grupo. «Lo más habitual es tener piel de gallina y notar que las lágrimas te suben a los ojos; son momentos muy especiales», dice la jefa de grupo.
El momento «corro» previo a cualquier día es vital: «Lo más habitual es tener piel de gallina y notar que las lágrimas te suben a los ojos»
Un futuro lleno de objetivos y retos
La conmemoración de los diez años de la refundación de Emboirats ha supuesto para el grupo «volver a los inicios». «Hemos crecido con rapidez, pero seguimos teniendo retos a alcanzar», declara Teixidor. De hecho, a ojos de sus integrantes, el futuro del grupo está lleno de objetivos a conseguir. Uno de los más esperados por el conjunto del grupo es volver a descargar el pilar de cinco que se hizo por primera vez la temporada 2014 y que se espera repetir pronto.
Por otra parte, como todo grupo casteller universitario, uno de los grandes hándicaps de Emboirats es el constante movimiento de personas, ya que nunca se tiene un número fijo de efectivos, cambia cada curso. «Cuando acabas los estudios universitarios debes dejarlo, a no ser que complementes el grado con algún otro curso, lo que te permite seguir dentro del grupo», explica Cortina, según el cual «esto hace que nunca tengamos un conocimiento exacto de las personas de que podremos disponer la temporada siguiente». El otro reto, sin niños en sus filas, es encontrar las personas adecuadas para poder ocupar la posición de enxaneta.
Para este curso 2019-2020, el grupo ha organizado diversos actos de celebración. El central fue la diada celebrada el pasado 7 de marzo en la plaza Mayor de Vic, en compañía de los Sagals de Osona y los Xoriguers de la Universidad de Girona (UdG). «Ninguno de ellos podía faltar: el primero siempre ha estado a nuestro lado cuando le hemos necesitado, y el segundo es el que nos apadrinó», explica la presidenta de Emboirats.
En esta jornada de cumpleaños, Emboirats iniciaron la actuación con un pilar de 4, siguieron con un 4d6, un 3d6 con aguja y un 4d6 con aguja, este último alzado por los DesUVicats. Acabaron con 10 pilares de cuatro, uno para cada año de su historia.