- La Facultad de Medicina de la UVic-UCC acoge este servicio, que permite el estudio de la anatomía humana mediante el uso de cuerpos embalsamados y criopreservados
- El laboratorio se beneficia directamente del Servicio de Donación del Cuerpo a la Ciencia, que se puso en marcha hace cinco años
En el s. XIX, cuando la disección humana no estaba al alcance de todos, los estudiantes de Medicina descubrían cómo era la anatomía humana con la ayuda de figuras anatómicas hechas con yeso y cera. Se trataba de figuras como las que se exponen en las vitrinas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), subsede del Museo de Historia de la Medicina de Cataluña, que nace a raíz del acuerdo entre el Colegio de Médicos de Cataluña, el Museo de Historia de la Medicina de Cataluña y la Fundación de Estudios Superiores en Ciencias de la Salud (FESS).
Hoy en día se ha podido avanzar mucho, tanto en los conocimientos de anatomía humana como en la precisión de las intervenciones quirúrgicas, y en gran parte gracias a servicios como el del Laboratorio de Anatomía de la Facultad de Medicina de la UVic-UCC. Aquí, los estudiantes de Ciencias de la Salud de los campus Vic, Manresa y Medicina de la UVic-UCC, y profesionales sanitarios en ejercicio pueden aprender, practicar y mejorar su formación gracias a todas aquellas personas que dan su cuerpo a la ciencia de forma altruista en el Servicio de Donación del Cuerpo a la Ciencia de la Facultad de Medicina de la UVic-UCC. Desde la gestación de la Facultad de Medicina, la creación de la FESS, en 2015, y el inicio del grado en Medicina, en 2017-2018, «el programa de donación del cuerpo a la ciencia fue una prioridad para ofrecer docencia en anatomía presencial y virtual, con el sistema Sectra, en el Laboratorio de Disección», explica Josep Arimany, presidente de la FESS.
«El programa de donación del cuerpo a la ciencia fue una prioridad para ofrecer docencia en anatomía presencial y virtual, con el sistema Sectra, en el Laboratorio de Disección»
El curso 2022-2023 alrededor de un millar de personas, tanto de Cataluña como del Estado español y de fuera (mediante las retransmisiones en línea), realizaron algún tipo de formación en el Laboratorio de Anatomía de la UVic-UCC, que actualmente tiene un aforo de treinta cuerpos. Este laboratorio está a disposición de toda la sociedad, pero, principalmente, de los estudiantes de Ciencias de la Salud de esta universidad (de los grados en Medicina, Fisioterapia, Enfermería, Podología, Odontología y del grado propio en Audiología General, entre otros) que profundizan en el estudio de la anatomía.
En el caso del grado en Medicina de la UVic-UCC, los estudiantes de 1.er y 2.º curso (Ciclo Básico) realizan asignaturas de anatomía en este laboratorio con cuerpos embalsamados y disecados previamente, y a partir de 3.er curso y hasta 6.º (Ciclo Clínico) en diversas materias se utilizan cuerpos criopreservados como recurso didáctico. Los alumnos aprenden, por ejemplo, a realizar toracocentesis, laparotomías, exploraciones ginecológicas y tomas de muestras de cáncer de cuello uterino, infiltraciones en articulaciones, etc. “Estos talleres con cuerpos criopreservados, por los que pasan todos los estudiantes de Ciclo Clínico, no se realizan en ninguna otra facultad de Medicina», destaca Laia Nogué, directora del Laboratorio de Anatomía y del Servicio de Donación del Cuerpo a la Ciencia de la Facultad de Medicina de la UVic-UCC.
Formación e investigación
Otro de los colectivos que hacen uso del Laboratorio de Anatomía de la UVic-UCC son los médicos que ya ejercen la profesión médica y los residentes que se están formando en su especialidad, provenientes de diferentes centros sanitarios de Cataluña y del Estado español. «Van al laboratorio a entrenar determinadas técnicas quirúrgicas con cuerpos sin vida criopreservados antes de practicarlas en pacientes reales y vivos. De esta forma, lo prueban, ensayan y ganan confianza antes de entrar en quirófano a operar», explica Nogué.
Por ámbitos o especialidades, este laboratorio se utiliza sobre todo para cirugía general —especialmente para practicar laparotomías y laparoscopias—, para traumatología y para podología. Los cuerpos sin vida disponibles en el Laboratorio de Anatomía también se utilizan con fines de I+D+I, por ejemplo para probar la adaptación de ciertas prótesis al cuerpo humano antes de colocarlas en los pacientes.
Cinco años del Servicio de Donación del Cuerpo a la Ciencia
El Laboratorio de Anatomía de la Facultad de Medicina se beneficia directamente del Servicio de Donación del Cuerpo a la Ciencia, que se creó hace cinco años, en febrero de 2018. En octubre de 2023 el servicio tenía un total de 680 personas dadas de alta, entre ellas más mujeres que hombres y, por edad, el grupo más numeroso era el de entre 60 y 79 años. En cuanto a las defunciones, Laia Nogué subraya que «cada año hay más ingresos en el servicio y hasta este octubre habían fallecido un total de 100 personas de todas las que habían donado su cuerpo desde el inicio hasta ahora». La franja de edad de la mayoría de las defunciones está entre los 80 y 89 años. También cabe destacar que en los primeros años del servicio, el tiempo transcurrido entre que las personas se dan de alta y que se produce el fallecimiento es de entre 1 y 3 meses.
En 2020 se creó en el cementerio municipal de Vic un espacio único y pionero, el Jardín Marie Curie, donde se depositan las cenizas de todas las personas que han dado el cuerpo a la ciencia a la Facultad de Medicina
La donación del cuerpo a la ciencia es un acto voluntario, libre y altruista, y puede ser donante cualquier persona mayor de edad y que esté en pleno uso de las facultades mentales. Solo se descartan los cuerpos a los que se les ha practicado una autopsia y/o de pacientes que hayan tenido hepatitis B, hepatitis C o el sida. Como homenaje y gratitud hacia los donantes y también como espacio de recuerdo para sus familias, en 2020 se creó en el cementerio municipal de Vic un espacio único y pionero, el Jardín Marie Curie, donde se depositan las cenizas de todas las personas que han dado el cuerpo a la ciencia a la Facultad de Medicina, una vez trabajado; también es un espacio pensado para el entorno del donante, en el que puede pasar el duelo o depositar flores.
El acuerdo entre la Facultad de Medicina y el Ayuntamiento de Vic —con el concejal responsable en ese momento y, hoy, alcalde de Vic, Albert Castells— permitió tener este «espacio único y singular para las familias de los donantes”, recuerda a Josep Arimany. “Las familias agradecen disponer de este sitio y algunas personas lo valoran como un elemento decisivo para hacer realidad la donación a Vic», añade Nogué.
«Mejoramos la seguridad del paciente y la confianza del residente»
Roser Farré, adjunta de Cirugía General y del Aparato Digestivo en Althaia Red Asistencial y profesora de la Facultad de Medicina de la UVic-UCC
«Poder disponer de un laboratorio de anatomía hace que esta materia se pueda estudiar directamente desde el cadáver humano, lo cual, por tanto, es altamente representativo de la realidad. Permite al profesor y al estudiante identificar las estructuras y ver sus relaciones anatómicas; el alumno puede tocar la pieza y aprender mejor. Por otra parte, practicar anatomía quirúrgica con cuerpos criopreservados aporta una gran similitud con el ser vivo, en lo que se refiere a la textura, y esto hace que el residente aprenda cirugías nuevas que quizás no ha practicado nunca o rara vez. Así, cuando las lleve a cabo con pacientes ya tendrá algo más de experiencia; por tanto, mejoramos la seguridad del paciente y la confianza del residente.»
«Practicar con cadáver te aporta todo lo que no te aportan los libros»
Oleksandr Yashchenko, residente de 4.º año de Cirugía Ortopédica y Traumatología en el Consorcio Hospitalario de Vic (CHV)
«Poderte formar en el Laboratorio de Anatomía supone una oportunidad de valor inestimable, porque como médicos dedicados a la cirugía, nuestra base de conocimiento es la anatomía. A mí me ha representado un gran beneficio para poder optimizar todo lo que repercute en el paciente; practicar con cadáver te aporta todo lo que no te aportan los libros. Sobre todo me ha servido para poner en práctica abordajes —por ejemplo, en una operación de muñeca, saber por dónde cortar porque es muy importante no dañar nervios—, y para conocer mejor, a partir de cuerpos tanto criopreservados como embalsamados, qué estructuras podemos encontrar. Es una suerte tener ese espacio en Vic; hay pocos hospitales que tengan un servicio de este tipo tan cerca.»
«Desde el segundo mes de Medicina ya entramos en el laboratorio y miramos, tocamos y aprendemos»
Raúl López, estudiante de 6.º curso del grado en Medicina de la UVic-UCC
«Cuando empezamos el 1.er curso del grado en Medicina no tenemos ninguna experiencia con el cuerpo humano, pero desde el segundo mes ya entramos en el laboratorio y miramos, tocamos y aprendemos la anatomía con cadáveres y piezas embalsamadas. Lo cierto es que es un recurso de gran provecho, porque no todo el mundo puede tenerlo en la misma facultad. Sí, impacta ver un cuerpo y pensar que es de alguien que ha muerto, pero sobre todo es un sentimiento moral. En el Ciclo Clínico hemos llevado a cabo prácticas muy diversas, desde exploraciones de intestinos e hígado, hasta punciones torácicas para drenar líquido o aire entre pulmones, que me han servido mucho. Yo quiero trabajar en Urgencias y el drenaje torácico, por ejemplo, es una acción que se practica en una situación grave y en la que debes ser rápido.»
«Los amigos quedan boquiabiertos y te dicen: ‘¿De verdad te gusta esto?'»
Neu Marzal, estudiante de 2.º del ciclo formativo de grado superior Anatomía Patológica y Citodiagnóstico en el IES Narcís Xifra de Girona, realiza prácticas curriculares en el Laboratorio de Anatomía de la UVic-UCC
«Tenemos una asignatura que se llama Necropsias, en la que nos enseñan anatomía, tipos de aperturas a la hora de realizar autopsias e instrumental, y por eso vengo al laboratorio de la Facultad de Medicina, aunque todavía no tengo claro si decantarme por la enfermería o por el ámbito forense. Hace dos años vine a ver el laboratorio y vi partes de un cuerpo; esto me generó mucho respeto, pero también es verdad que es un tema muy desconocido. Los amigos quedan boquiabiertos y te dicen: “¿De verdad te gusta esto?”. Lo que yo hago es disecar partes del cuerpo, lo cual consiste en quitarles la grasa y dejar los vasos sanguíneos, los nervios, los músculos... para que los estudiantes de Medicina puedan utilizarlas. Aquí realmente ves lo que significa dar el cuerpo a la ciencia, ya que gracias a ese gesto la gente puede estudiar y aprender mejor, porque no hay nada como ver las cosas con tus ojos».