El Centro Tecnológico BETA amplia su capacidad tecnológica, experimental y analítica como referente en investigación en bioeconomía circular

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  • El edificio de Can Baumann de Vic acoge desde principios de este año la nueva sede del centro de investigación de la UVic-UCC
  • Los nuevos laboratorios, como el de ecología, el de bioprocesos o el de análisis instrumental, permiten ampliar la capacidad tecnológica y experimental de la institución

La piel curtida hace años que dejó de olerse en el edificio Can Baumann de Vic, sede de la desaparecida fábrica Colomer Munmany. Después de mucho tiempo en desuso y de acumular algunos centímetros de polvo, en 2017 volvió la actividad con el nacimiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vic (UVic-UCC), que ocuparía unos 2.500 m². Desde entonces, gran parte del inmueble continuó imperturbable hasta que este 2021 se ha instalado en el edificio un nuevo inquilino que necesitaba un cambio de traje y que ha convertido aquellas antiguas naves en su casa. A principios de año comenzaba el traslado del Centro Tecnológico en Biodiversidad, Ecología y Tecnología Ambiental y Alimentaria (BETA) de la UVic-UCC.

Su traslado a Can Baumann, primer paso para consolidar en esa zona el FuturLab –el Parque Científico y Tecnológico de la UVic-UCC–, significa disponer de unas instalaciones competitivas y de primer nivel.

Desde hace unos meses, este centro de investigación está ubicado en el barrio Caputxins de la capital de Osona, en unas nuevas instalaciones modernas y adaptadas a los nuevos retos que tiene la institución a medio y largo plazo. Las obras, iniciadas el año pasado y con un coste total aproximado de 1.500.000 euros, se inauguraron este julio con la presencia de la consejera de Investigación y Universidades, Gemma Geis. Los trabajos de rehabilitación del edificio han permitido que actualmente el CT BETA ocupe dos naves centrales de la desaparecida fábrica y disponga de una superficie total construida de 1.260,80 m², justo al lado de la Facultad de Medicina.

El nuevo espacio permitirá al CT BETA profundizar en proyectos de I + D + I y en la transferencia de conocimiento al sector público y al privado. Su traslado a Can Baumann, primer paso para consolidar en esa zona el FuturLab –el Parque Científico y Tecnológico de la UVic-UCC–, significa disponer de unas instalaciones competitivas y de primer nivel. En el interior se diferencian dos grandes espacios: uno, destinado a despachos, espacios de trabajo para los investigadores, salas UCoworking, espacios para los técnicos, salas de reuniones, etcétera; el otro, orientado a acoger íntegramente los laboratorios del centro tecnológico.

Los nuevos laboratorios del centro tecnológico favorecen el trabajo a varias escalas de desarrollo tecnológico, desde escalas pequeñas con condiciones muy controladas hasta reactores que operan en ambiente real, paso previo para la aplicación industrial.

Laboratorios para diferentes líneas de trabajo

En la zona de laboratorios es donde el CT BETA ha experimentado un salto cualitativo más importante y necesario para poder continuar creciendo. Cuenta con laboratorios específicos para las distintas líneas de trabajo del centro, como el laboratorio de ecología –donde se trabaja tanto en el ámbito de los ecosistemas acuáticos como terrestres–, el laboratorio de bioprocesos y también los espacios de plantas piloto. Los nuevos laboratorios del centro tecnológico favorecen el trabajo a varias escalas de desarrollo tecnológico, desde escalas pequeñas con condiciones muy controladas hasta reactores que operan en ambiente real, paso previo para la aplicación industrial. También destacan los nuevos laboratorios de análisis instrumental, que ofrecen al BETA unas capacidades analíticas muy competitivas para caracterizar muestras líquidas, sólidas y emisiones gaseosas.

Sergio Ponsá, director del CT BETA, considera que el nuevo espacio “permite potenciar la excelencia científica y tecnológica actuales e incrementar el impacto y la transferencia de los resultados del centro a la sociedad”. Según él, las nuevas instalaciones amplían la capacidad tecnológica, experimental y analítica para poder cubrir las necesidades de toda la cadena de valor del sector agroalimentario y ambiental, desde la producción primaria hasta la producción y recuperación de productos de valor añadido. El actual equipamiento del centro ayudará a dar una mejor respuesta a las necesidades del territorio. “Siempre hemos trabajado con el objetivo de ser una herramienta útil para el tejido industrial, ayudando a las empresas a ser más competitivas desde la promoción de la bioeconomía y la sostenibilidad”, explica Ponsá.

«Siempre hemos trabajado con el objetivo de ser una herramienta útil para el tejido industrial, ayudando a las empresas a ser más competitivas desde la promoción de la bioeconomía y la sostenibilidad»

A la vanguardia de la investigación desde cinco ámbitos

Bioplásticos, biocomustibles, bioenergía, bioeconomía ... El futuro nos encamina hacia un mundo “bio”. Para dar respuesta a los múltiples retos medioambientales y sociales actuales, desde un reparto más justo de los alimentos hasta la mitigación del cambio climático, es necesario avanzar hacia un nuevo modelo de producción basado en los recursos biológicos renovables y la transformación de éstos en productos de valor añadido. Esta es una de las principales líneas estratégicas en las que está trabajando desde hace tiempo el CT BETA. Su investigación, sin embargo, se reparte en cinco grandes campos de experiencia:

Mabel Mora

Tecnologías ambientales y bioeconomía circular

Mabel Mora

“El CT BETA tiene una amplia experiencia y conocimiento en procesos de valorización de residuos sólidos, líquidos y gaseosos, de origen industrial o urbano. En este sentido, trabajamos tanto en el desarrollo y mejora de procesos conocidos y ya implementados como la digestión anaeróbica, el compostaje y las tecnologías de membranas, como en procesos innovadores como pueden ser la crioconcentración, el biosecado o la fermentación en estado sólido, entre otros”.

Lorenzo Proia

Ecología aplicada y cambio global

Lorenzo Proia

“Esta línea de investigación del centro tecnológico promueve el estudio de ecosistemas acuáticos y terrestres, en muchos casos poniendo el foco en las comunidades microbianas relevantes para el funcionamiento de los ecosistemas. A partir del conocimiento sobre el funcionamiento de los ecosistemas analizan soluciones innovadoras y basadas en la naturaleza para mitigar los impactos del cambio global”.

Evan Marks

Gestión del suelo y de los nutrientes

Evan Marks

“Mejorar la gestión de los suelos y de los productos fertilizantes, a fin de fomentar la economía circular rural y conseguir una mayor sostenibilidad en las prácticas agrícolas, es el principal objetivo de este campo de investigación. Nuestro trabajo se basa, en este sentido, en innovar en el uso eficiente y responsable de prácticas de fertilización orgánica e inorgánica”.

Joan Colón

Contabilidad y optimización de la sostenibilidad

Joan Colón

“En esta área, desde el CT BETA desarrollamos herramientas y metodologías para evaluar la sostenibilidad de sistemas complejos y así poder ayudar en la toma de decisiones a industrias, gobiernos y agencias públicas, con el fin de avanzar hacia un mundo más sostenible. Entre los ámbitos de trabajo que tenemos están los sistemas agrícolas y alimentarios, los sistemas de gestión de residuos y las tecnologías ambientales”.

Mercè Boy

Gobernanza para la sostenibilidad

Mercè Boy

“El objetivo de nuestro campo de experiencia es promover iniciativas y proyectos que persigan mejorar la gobernanza de la sostenibilidad. Con la mirada puesta en la construcción de un futuro más ecológico y sostenible, trabajamos para establecer sinergias con grupos de interés e instituciones relevantes del territorio”.

El 2020 (el CT BETA) va prendre part en 30 projectes de transferència amb l’empresa i actualment el CT BETA participa en molts altres, 18 dels quals són d’àmbit europeu (6 d’ells coordinats per aquest centre) i actius, a més a més d’altres d’abast nacional i per a empreses.

Proyectos europeos con participación del CT BETA en 2021

Desde sus cinco ámbitos de especialización, actualmente el CT BETA participa en numerosos proyectos, de los cuales dieciocho son de ámbito europeo (seis de ellos coordinados por este centro) y están activos, además de muchos otros de alcance nacional y para empresas.

Entre los proyectos europeos más relevantes hay varios sobre la producción de fertilizantes o biofertilizantes. Es el caso del proyecto Fertimanure (H2020) de producción de fertilizantes de alto valor añadido a partir de deyecciones ganaderas; el proyecto Sea2Land (H2020), sobre producción de biofertilizantes avanzados a partir de residuos pesqueros; el Fertilwastes (Interreg POCTEFA), donde se valorizan coproductos procedentes del tratamiento de residuos y el proyecto Reflow (H2020), de recuperación de fósforo para producir fertilizantes a partir de residuos del sector lácteo.

En el campo de la gestión y recuperación de residuos, este centro tecnológico participa en diferentes proyectos europeos, entre los que destaca, por ejemplo, el Circular Biocarbon (H2020-BBI), que tiene por objetivo crear una biorefinería insignia para valorizar residuos urbanos en productos de alto valor. El CT BETA también participa en el proyecto Rawmina (H2020), de recuperación de materias primas de gran valor presentes en los residuos mineros; en el Decost (ENI CBC MED), sobre compostaje descentralizado en poblaciones pequeñas y medianas), y en el proyecto Demine (LIFE), para la reducción del impacto causado por los efluentes residuales de minas abandonadas.

El CT BETA está trabajando en otros proyectos de ámbitos y carácter muy diversos como el Vivaldi (H2020), de valorización de emisiones de CO2 como ácidos orgánicos de alto valor añadido, el Viobond (H2020-BBI), que pretende construir la primera planta piloto a gran escala industrial para producir resinas de lignina; el proyecto AccelWater (H2020), para optimizar el consumo de agua en la industria de alimentos y bebidas mediante monitoreo y herramientas de inteligencia artificial; y el Green Growth (Interreg MED), que trabaja en la promoción de la economía verde y circular en la región Mediterránea, entre muchos otros.

Todos los proyectos del CT BETA se pueden consultar en este enlace.

Un centro con siete años de vida

El Centro Tecnológico en Biodiversidad, Ecología y Tecnología Ambiental y Alimentaria (BETA) nació en junio de 2014 para dar impulso a la actividad investigadora en el campo de las tecnologías ambientales en la Universidad de Vic (UVic- UCC). El primer equipo de profesionales contaba con cuatro personas que trabajaban en la planta baja de la Facultad de Ciencias y Tecnología, espacio que ocuparon hasta este año. Desde entonces, el CT BETA ha ido creciendo y evolucionando de manera significativa, ampliando áreas de trabajo y conocimiento, hasta convertirse en un centro de investigación que forma parte de la red TECNIO y en un centro de referencia en el conjunto del país en desarrollo tecnológico y transferencia de conocimiento.

El CT BETA en cifras (a junio de 2021)

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